En un giro impactante de los acontecimientos, la esposa de Cash Luna ha confirmado la devastadora noticia que ha sacudido a sus seguidores: el renombrado pastor evangélico enfrenta una crisis personal y profesional que podría marcar el fin de su imperio religioso. A los 62 años, Luna, conocido como el “magnate de Dios”, ha estado envuelto en una serie de escándalos que manchan su imagen de líder espiritual.
Desde acusaciones de lavado de dinero hasta vínculos con el narcotráfico, su vida ha sido un constante vaivén de lujos y controversias. Recientemente, su aparición en Nicaragua, invitado por el régimen de Daniel Ortega, ha reavivado dudas sobre su integridad y el origen de su fortuna, estimada en millones de dólares. Su esposa, visiblemente afectada, ha revelado que la situación ha llevado a la familia a un punto de quiebre, alimentando aún más las especulaciones sobre la verdadera naturaleza de su ministerio y la sostenibilidad de su iglesia, Casa de Dios.
Los rumores sobre la conexión de Luna con figuras del narcotráfico, como Marlord Adiana Chacón, han resurgido con fuerza, atrayendo la atención de las autoridades. Investigaciones que apuntan a la posible financiación ilícita de su megatemplo han dejado a sus fieles en la incertidumbre. Además, su estilo de vida extravagante, que incluye un jet privado y una mansión de lujo, contrasta brutalmente con los principios de humildad que predica.
La comunidad evangélica, que durante años ha visto a Luna como un faro de esperanza, ahora se enfrenta a la cruda realidad de su posible caída en desgracia. ¿Es este el final de un líder espiritual o el comienzo de un nuevo capítulo en su polémica vida? La historia de Cash Luna sigue desarrollándose, y su impacto en la fe y la sociedad guatemalteca es innegable.