En un giro inesperado y dramático, Erika, la empleada de Valeria Márquez, ha sido finalmente interrogada por la fiscalía de Jalisco, más de tres semanas después del brutal asesinato de la influencer. Este interrogatorio se produce tras una serie de controversias que rodean la investigación de un caso que ha conmocionado a la opinión pública. Valeria, que fue acribillada mientras realizaba una transmisión en vivo, dejó un rastro de dudas que ahora parecen intensificarse.
Más de 30 personas han sido entrevistadas en relación con el caso, pero la tardanza en interrogar a Erika, quien presenció el ataque, ha levantado sospechas. ¿Por qué esperar tanto para escuchar su versión? Ella fue la única en el lugar que pudo haber visto al sicario, y su declaración podría ser crucial. Sin embargo, la fiscalía no ha emitido órdenes de aprehensión y continúa buscando pistas en un laberinto de teorías que apuntan a un posible autor intelectual detrás del crimen.
Mientras tanto, el fiscal ha revelado que se fortalece la hipótesis de un asesino a sueldo, pero la falta de avances concretos ha generado frustración. Las redes sociales estallan con especulaciones, y un medium ha insinuado que Valeria estaba a punto de revelar un secreto explosivo en su último en vivo, lo que añade un giro inesperado a la narrativa.
Las autoridades siguen investigando, pero el tiempo apremia y la presión social se intensifica. La pregunta que todos se hacen es: ¿cuánto tiempo más se tardará en esclarecer el asesinato de Valeria Márquez? La angustia y la incertidumbre se mantienen al acecho mientras los detalles continúan surgiendo. La justicia debe prevalecer, y los responsables deben ser llevados ante la ley. La historia no termina aquí.