**Título: Policías estatales y municipales se enfrentan afuera de clínica privada en Sinaloa**
En un sorprendente y alarmante enfrentamiento, agentes de la policía estatal de Sinaloa fueron sometidos por policías municipales de Culiacán en la noche del lunes, justo afuera de una clínica privada ubicada en la avenida Álvaro Obregón. Este incidente se produce en medio de una intensa guerra criminal que ha asolado la región durante los últimos diez meses, aumentando la preocupación entre los ciudadanos sobre la seguridad pública.
El conflicto se desató cuando los policías estatales llegaron a la clínica tras recibir un reporte anónimo sobre el ingreso de dos personas con heridas de arma de fuego. Según informes de la Secretaría de Seguridad Pública Estatal, la situación escaló rápidamente, resultando en la detención de siete agentes municipales, quienes ahora están a disposición de la Fiscalía General de la República para su investigación.
El alcalde de Culiacán, Juan de Dios Gámez, anunció que su secretario de seguridad pública, Sergio Antonio Leiva López, presentó su renuncia el lunes, y se puso a disposición de la Policía Estatal Preventiva, de la cual aún es agente activo. Este cambio en la estructura de seguridad local se produce en un contexto de creciente violencia, donde los ciudadanos se sienten atrapados entre los conflictos generados por las bandas criminales y ahora, entre las mismas fuerzas del orden.
Los habitantes de Culiacán han expresado su preocupación ante la imagen de policías enfrentándose entre sí, lo que socava la confianza en las instituciones encargadas de garantizar su seguridad. “Eso afecta mucho en la percepción y en la confianza de los ciudadanos”, comentó un residente local, enfatizando que la lucha interna entre las corporaciones policiales es una “muy mala señal” en medio de una crisis de seguridad en la región.
La situación sigue siendo tensa y se espera que las autoridades lleven a cabo una investigación exhaustiva para esclarecer los motivos detrás de este violento enfrentamiento. Desde Sinaloa, la comunidad observa con inquietud cómo se desarrollan los acontecimientos en un entorno cada vez más peligroso.