Violencia, redes y cartel: la oscura verdad tras el asesinato de Valeria Márquez


En un giro escalofriante de los eventos, la joven influencer mexicana Valeria Márquez fue asesinada en plena transmisión en vivo, un acto brutal que dejó a su audiencia paralizada y a las autoridades en estado de alerta. Este trágico incidente ocurrió el 13 de mayo de 2025, cuando Valeria, de solo 23 años y dueña de un salón de belleza, compartía su día a día con sus seguidores en TikTok.

Todo comenzó cuando un extraño apareció en su salón mientras ella no estaba, afirmando tener un paquete para ella. A pesar de que Valeria nunca había hecho un pedido, decidió esperar su regreso durante el livestream. En un instante aterrador, el hombre entró y, tras preguntar si era Valeria, desenfundó un arma y le disparó en tres ocasiones. Sus seguidores, que pensaron inicialmente que se trataba de una broma macabra, pronto comprendieron que estaban presenciando un asesinato en tiempo real.

Las redes sociales estallaron tras el horrendo evento, revelando una serie de rumores inquietantes sobre la vida de Valeria. Se sugiere que su relación con un miembro del cartel de Jalisco, Ricardo Velasco, conocido como “DoubleR”, pudo haber sido el motivo detrás de su asesinato. Este vínculo, junto con la cultura de violencia y la impunidad en México, plantea serias preguntas sobre la seguridad de los influencers y el creciente fenómeno de los homicidios en livestream.

Mientras tanto, las autoridades están investigando posibles conexiones con su círculo cercano, ya que mensajes filtrados indican que una amiga podría haber estado involucrada. La brutalidad del crimen y la falta de justicia trascienden el horror del momento, dejando a la comunidad en un estado de inquietud profunda.

El caso de Valeria no solo es un llamado a la acción para las plataformas de redes sociales, que deben tomar medidas urgentes contra la difusión de contenido violento, sino también un recordatorio sombrío de los peligros que enfrentan aquellos que comparten sus vidas en línea. La violencia contra las mujeres y el crimen organizado en México exigen atención inmediata y una respuesta contundente. Este trágico suceso es una clara advertencia sobre las implicaciones de la fama digital y el costo de la exposición en un mundo donde la violencia se ha vuelto un espectáculo.