Un escándalo estalla en el mundo del fútbol mexicano: se anuncia un boicot contra el América tras la filtración de una foto íntima de Alana Flores, creadora de contenido y pareja del defensa del equipo, Sebastián Cáceres. La imagen, que rápidamente se volvió viral en la red social X, provocó una ola de reacciones en el ámbito digital, donde muchos especulan sobre un posible plan para desestabilizar al club justo después de su reciente derrota en la final de la Liga MX.
Alana Flores, también propietaria del Ramisa FC en la Kings League, desmintió la autenticidad de las imágenes y calificó la situación como un montaje. En respuesta, anunció acciones legales contra los responsables de la filtración y pidió a la comunidad que se circunscriba a información verificada. La controversia se intensificó con el surgimiento de rumores sobre una denuncia falsa contra el arquero Luis Ángel Malagón, quien se vio obligado a desmentir las acusaciones de agresión, reafirmando que no enfrenta ningún proceso legal.
La coincidencia de la filtración de la foto y la invención de la denuncia ha alimentado las teorías de un boicot orquestado en contra del equipo. Los aficionados no tardaron en señalar que estos ataques mediáticos podrían ser un intento deliberado de desestabilizar al América justo antes de un crucial partido contra el AFC en Los Ángeles el próximo 31 de mayo, que definirá al representante de la Concacaf en el Mundial de Clubes 2025.
Mientras las redes sociales hierven de comentarios y especulaciones, el América se mantiene firme, concentrado en el terreno deportivo. Los jugadores y la directiva saben que su futuro en la competición de la FIFA se juega en la cancha, no en el ruido que rodea a la plantilla. La presión está más alta que nunca y el tiempo corre. ¿Logrará el América superar este torbellino mediático y enfocarse en su objetivo? La respuesta, inminente y decisiva, se dará en pocos días.