**3 CRÍMENES, UN PATRÓN: ASESINADAS por REPARTIDORES**
Una ola de terror recorre Latinoamérica tras el brutal asesinato de tres jóvenes influyentes en un corto lapso de tiempo. Valeria Márquez, de 23 años, fue ejecutada a balazos en su salón de belleza en Zapopan, México, mientras transmitía en vivo a sus seguidores. La escena escalofriante fue presenciada por miles, quienes vieron cómo la influencer recibía tres disparos tras recibir un “regalo” de un repartidor. La inquietante transmisión se cortó abruptamente, dejando a la audiencia en shock.
El caso de Valeria no es un hecho aislado. Solo dos días después, María José Estupiñán, conocida como La Mona, fue asesinada en Cúcuta, Colombia, bajo circunstancias igualmente horripilantes. Un repartidor llegó a su puerta con una caja de chocolates y, sin previo aviso, abrió fuego, acabando con su vida en un instante. La comunidad está en estado de alerta, cuestionándose sobre la conexión entre estos crímenes: ¿es una nueva tendencia de feminicidios por encargo?
A medida que las investigaciones avanzan, surgen conexiones inquietantes. La relación de Valeria con individuos vinculados al crimen organizado, y el trasfondo de violencia que rodeaba a María José, plantean preguntas perturbadoras. Las autoridades están bajo presión para esclarecer estos casos y garantizar justicia, mientras el temor se apodera de las redes sociales, donde las voces de protesta exigen respuestas y seguridad para las mujeres en la región.
El clamor por justicia se intensifica mientras más detalles emergen. La comunidad exige que no se repita la impunidad que ha caracterizado a tantos otros casos. La violencia de género ha alcanzado niveles alarmantes y estos asesinatos son un grito desesperado por un cambio. La pregunta que todos se hacen ahora es: ¿quién será el próximo? La lucha contra la violencia continúa, y el tiempo para actuar es ahora.