Gerardo Ortiz, el aclamado rey de los corridos progresivos, se enfrenta a una de las crisis más alarmantes de su carrera. A sus 35 años, el artista ha roto su silencio tras ser detenido en el aeropuerto de Fénix, Arizona, en medio de graves acusaciones que lo vinculan con actividades ilegales, específicamente con el narcotráfico. La situación ha dejado a sus seguidores y al público en general en estado de shock.
En una reveladora entrevista, Ortiz confesó que su vida ha estado marcada por decisiones que ahora lo han llevado al borde de la cárcel. Aseguró que, a pesar de las advertencias del FBI sobre sus conexiones laborales, continuó con sus compromisos artísticos, confiando en que todo estaba bajo control. Sin embargo, el arresto de su productor Ángel del Villar y su mano derecha, Lucas Calici, por violaciones a la ley King Pin, encendió las alarmas sobre el entorno en el que se movía el cantante.
Ortiz detalló cómo, en 2022, se vio arrastrado a una tormenta legal tras asociarse con personas implicadas en actividades ilícitas. Su carrera, que comenzó en la música a una edad temprana, ha estado marcada por éxitos, pero ahora enfrenta el riesgo de hasta diez años de prisión y una multa considerable. En su declaración, enfatizó que nunca fue su intención involucrarse en el mundo del crimen, y que su música, que narra historias de vida, no debe ser confundida con apología del delito.
La noticia de su situación ha generado un intenso debate sobre el futuro de uno de los artistas más influyentes de la música regional mexicana. A medida que se desarrollan los acontecimientos, todos los ojos están puestos en Ortiz, quien está dispuesto a colaborar con las autoridades para aclarar su situación, aunque esto signifique enfrentar graves repercusiones. La historia de Gerardo Ortiz está lejos de concluir, y el desenlace de este drama legal podría definir su legado en la música.