Un giro escalofriante en la investigación del atentado contra el senador y precandidato presidencial Miguel Uribe ha emergido: el menor que disparó el arma contra él tenía en su celular nada menos que 30 fotos del alcalde de Bogotá, Carlos Fernando Galán, y una de la fiscal general, Luz Adriana Camargo. Este descubrimiento, revelado por Noticias RCN, ha encendido las alarmas en las autoridades, quienes buscan respuestas sobre la conexión entre el joven sicario y figuras políticas de alto perfil.
La fiscalía ha confirmado que el celular fue hallado en Engativá, y las imágenes, extraídas de internet, plantean preguntas inquietantes sobre las intenciones del atacante. ¿Por qué este menor tenía tal cantidad de fotos de Galán y Camargo? Las autoridades han comenzado a interrogar al joven, quien se encuentra en el búnker de la fiscalía, en un intento de desentrañar la razón detrás de estas imágenes.
El ataque, que dejó a Uribe herido, fue meticulosamente planeado por un grupo criminal que incluye a alias “El Costeño” y “Gabriela”. Según el testimonio de Carlos Eduardo Mora, uno de los conductores implicados, el ataque fue orquestado con una precisión escalofriante, con el sicario recibiendo instrucciones claras y un arma modificada para maximizar su letalidad.
Mientras la investigación avanza, las autoridades se enfrentan a un clima de creciente inseguridad, obligando a reforzar la seguridad de otros candidatos y figuras políticas. Las conexiones políticas del ataque son innegables, y se investiga si fue motivado por razones políticas, dada la oposición de Uribe al gobierno actual.
Con cada nueva revelación, el misterio se profundiza. La pregunta persiste: ¿qué otros secretos oculta el celular del menor sicario y quiénes son los verdaderos responsables detrás de este intento de magnicidio? La urgencia de la situación no puede subestimarse, y la fiscalía trabaja a contrarreloj para desentrañar la red de conspiradores que amenaza la seguridad del país.