En un giro impactante en la investigación del atentado contra el senador Miguel Uribe Turbay, la Fiscalía ha revelado que la pistola utilizada en el ataque fue modificada para disparar en ráfaga, lo que podría haber incrementado la letalidad del ataque. La Policía ha confirmado que este arma, adquirida legalmente en Arizona, ingresó a Colombia de manera ilegal, lo que plantea serias interrogantes sobre la seguridad en el país.
El hallazgo se suma a la recolección de más de 12 vainillas de bala en el parque del Golfito, en Modelia, Bogotá. Las autoridades informan que algunas de estas balas estaban recubiertas de bronce y latón, diseñadas para maximizar su capacidad de daño. Este descubrimiento subraya la gravedad del intento de homicidio y la sofisticación de los métodos utilizados por los atacantes.
Además, la captura reciente de un sospechoso en la planificación del atentado ha intensificado la búsqueda de los responsables detrás de esta amenaza mortal. La Fiscalía y la Policía están trabajando a contrarreloj para identificar a quienes dieron la orden de ejecutar este ataque, que ha dejado a la sociedad colombiana en un estado de alerta.
Mientras tanto, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos ha solicitado urgentemente al Estado colombiano explicaciones sobre la falta de protección adecuada para el senador Uribe Turbay en el momento del ataque. La CIDH está indagando por qué no se implementaron medidas de seguridad efectivas, lo que ha llevado a la familia del senador a solicitar medidas cautelares para garantizar su seguridad y la de su equipo.
La situación es crítica y el tiempo apremia. La comunidad espera respuestas rápidas y efectivas para prevenir futuros ataques y garantizar la seguridad de los funcionarios públicos en Colombia.