En un giro impactante en la investigación del atentado contra el precandidato presidencial Miguel Uribe Turbay, la Fiscalía ha capturado a Carlos Eduardo Mora González, señalado como el autor material del ataque. Mora, quien ya tenía antecedentes por porte ilegal de armas, fue arrestado tras un exhaustivo rastreo que reveló su implicación en la entrega del arma utilizada en el atentado del 7 de junio.
Miguel Uribe, quien lleva siete días en la unidad de cuidados intensivos de la Fundación Santa Fe, se encuentra en estado crítico pero estable, mientras miles de colombianos elevan oraciones por su recuperación. La comunidad se ha unido en un clamor de fe, esperando un milagro que lo devuelva a la vida política.
Los detalles de la captura son escalofriantes. Según la Fiscalía, Mora fue visto haciendo reconocimiento del barrio Modelia días antes del ataque, donde se preparó para entregar el arma a un menor involucrado en el atentado. Las evidencias recolectadas apuntan a que Mora tenía pleno conocimiento de la ilegalidad de sus acciones, lo que aumenta la gravedad de su situación legal.
La Fiscal General, Luz Adriana Camargo, ha rechazado la propuesta del presidente Gustavo Petro de conformar un equipo internacional para investigar el caso, reafirmando la independencia y el compromiso de la Fiscalía en esclarecer los hechos. La polarización política no ha hecho más que intensificar la atención sobre este caso, que tiene a todo un país en vilo.
Mientras tanto, el estado de salud de Uribe sigue siendo crítico. En el último parte médico, se reportó una leve mejoría, pero el pronóstico neurológico sigue siendo reservado. La familia de Uribe continúa recibiendo el apoyo de la comunidad, que no cesa en sus oraciones y vigilias.
La captura de Mora González marca un avance significativo en la lucha contra la violencia política en Colombia, un recordatorio de que la justicia debe prevalecer en tiempos de crisis. La nación espera ansiosamente más desarrollos en este caso que ha capturado la atención de todos.