En un giro impactante en el caso del atentado contra el precandidato presidencial Miguel Uribe Turbay, dos individuos se han presentado ante la Fiscalía, mientras la situación de Uribe sigue siendo crítica. A las afueras de la Fundación Clínica Santa Fe de Bogotá, donde se encuentra hospitalizado, la angustia y la esperanza se entrelazan en una vigilia que atrae a cientos de colombianos que elevan oraciones por su recuperación.
El último parte médico indica una leve mejoría en su presión intracraneana, pero su pronóstico neurológico sigue siendo reservado. La comunidad, unida en solidaridad, continúa llegando con velas y flores, mientras la esposa de Uribe, María Claudia Tarazona, agradece a los presentes por su apoyo inquebrantable.
En el marco de la investigación, se ha detenido a Carlos Eduardo Mora González, presunto cómplice del ataque, acusado de tentativa de homicidio y porte ilegal de armas. Mora, que se presentó voluntariamente ante las autoridades, fue identificado como el conductor del vehículo desde donde se planeó el ataque. Además, otro hombre que habría transportado al sicario se presentó ante la Fiscalía, aunque aún no ha sido vinculado formalmente.
El presidente Gustavo Petro ha solicitado la intervención de una comisión de investigación independiente de la ONU para esclarecer este atentado y otros crímenes políticos en Colombia, evidenciando la gravedad de la situación. El atentado ha resonado no solo a nivel nacional, sino también internacional, con el Wall Street Journal advirtiendo sobre el deterioro de la seguridad en el país y el impacto que este acto tiene sobre la democracia colombiana.
La situación se desarrolla rápidamente, y las autoridades continúan trabajando para identificar a todos los responsables. La nación observa con preocupación y esperanza, mientras el clamor por justicia y paz se intensifica.