La esposa de Miguel Uribe Turbay se unió a una cadena de oración fuera de la Fundación Santa Fe.


**Título: La esperanza brilla en Bogotá: Cadena de oración por la recuperación de Miguel Uribe Turbay**

En una conmovedora muestra de solidaridad y fe, cientos de colombianos se congregaron anoche a las afueras de la Fundación Santa Fe en Bogotá, uniendo sus voces y corazones en una emotiva cadena de oración por la recuperación del joven político Miguel Uribe Turbay. Con velas encendidas y rosarios en mano, amigos, familiares y ciudadanos elevaron plegarias en un ambiente cargado de emoción y esperanza, mientras el país entero sigue de cerca los reportes médicos que ofrecen un leve respiro.

La velatón, que se ha convertido en un símbolo de apoyo inquebrantable, reunió a decenas de personas que, a lo largo de cinco noches, han mantenido viva la llama de la esperanza. “No dejaremos que se apague ninguna velita”, expresó uno de los asistentes, mientras otros ofrecían briquets para garantizar que la luz se mantuviera encendida durante la noche. Este altar improvisado, decorado con flores, cartas de niños y objetos personales, se ha convertido en un punto de encuentro para quienes comparten el deseo de ver a Uribe recuperarse.

Entre los asistentes, la esposa de Miguel, María Claudia Tarazona, se unió a la vigilia, visiblemente conmovida por el apoyo que su familia ha recibido. Con lágrimas en los ojos, elevó sus plegarias junto a su pequeña hija, Ana Sofía, buscando consuelo en el contacto con quienes se habían acercado a brindar su apoyo. “Cúbrelo, sánalo y libéralo”, clamó María Claudia, reflejando el dolor de una madre que enfrenta la incertidumbre de la salud de su esposo.

La atmósfera estaba impregnada de un profundo sentido de comunidad y compasión. “Queremos estar con ella porque sentimos el dolor tan grande en su corazón”, compartió una de las asistentes, mientras otros se unían en oraciones por la salud de Miguel y la fortaleza de su familia. Las palabras de aliento resonaban entre los presentes, quienes se comprometieron a mantener a Uribe en sus pensamientos y oraciones.

A medida que la noche avanzaba, la multitud crecía, llevando a la Policía Nacional a establecer barricadas para garantizar la seguridad de todos los presentes. Sin embargo, el deseo de acompañar a la familia Uribe fue más fuerte que cualquier obstáculo. “Colombia está pidiendo a Dios de rodillas por la salud de este joven”, afirmaron los asistentes, reflejando la unidad y la esperanza que prevalece en momentos de dificultad.

La situación de Miguel Uribe Turbay sigue siendo crítica, pero las últimas noticias médicas han traído un rayo de esperanza, lo que ha motivado a miles de colombianos a unirse en esta causa. La vigilia continuará, y con cada vela encendida, la comunidad reafirma su compromiso de estar al lado de la familia Uribe en este difícil momento.

Mientras tanto, el país espera con ansias un parte médico que confirme la mejoría de Miguel. En un momento donde la fe y la esperanza se entrelazan, la nación se mantiene unida, elevando plegarias y enviando energía positiva hacia la recuperación de uno de sus jóvenes líderes. La historia de Miguel Uribe Turbay es un recordatorio de la fuerza de la comunidad y el poder de la esperanza en los momentos más oscuros.