La muerte de Valeria Márquez, influencer y empresaria, ha desatado una ola de conmoción en México tras el brutal ataque que sufrió en vivo el pasado 13 de mayo. La reciente entrevista de su amiga, Vivian de la Torre, ha añadido más confusión y controversia al caso, revelando contradicciones que han generado un torrente de críticas en redes sociales. Vivian, quien estuvo en contacto con Valeria durante el ataque, afirmó conocerla desde los 15 años y que su relación era cercana. Sin embargo, su insistencia en que Valeria no abandonara el salón de belleza antes del ataque ha sembrado dudas sobre sus verdaderas intenciones.
Las declaraciones de Vivian han sido cuestionadas, especialmente su relato sobre el envío de un peluche y una bebida de Starbucks justo antes de los disparos. La línea temporal de los eventos, junto con la naturaleza de los regalos, ha llevado a muchos a especular sobre su posible complicidad en el crimen. La fiscalía de Jalisco mantiene la investigación bajo la hipótesis de feminicidio, mientras nuevos testimonios apuntan a la empleada del salón, Erika, como posible responsable del ataque.
Un testimonio clave de una mujer llamada Paola, quien afirma haber presenciado el crimen, ha añadido una nueva capa de complejidad. Según su relato, fue Erika quien disparó a Valeria tras la llegada de un repartidor, lo que contradice la versión inicial que apuntaba a un ataque planificado por un tercero. Las autoridades continúan analizando las grabaciones de seguridad y han realizado más de 20 entrevistas, pero el camino hacia la verdad parece cada vez más turbio.
La comunidad está en vilo, esperando respuestas mientras las redes sociales se inundan de teorías y especulaciones. La presión sobre las autoridades es palpable, y el clamor por justicia se intensifica a medida que surgen más preguntas que respuestas. ¿Quién es realmente responsable de esta tragedia? La investigación avanza, pero el eco de las balas aún resuena en la memoria colectiva, dejando a todos con la incertidumbre de lo que vendrá.