En un giro sorprendente de los acontecimientos, la relación entre Elon Musk y Donald Trump, que alguna vez fue considerada una alianza poderosa, ha estallado en un enfrentamiento público que sacude los cimientos de la política y los negocios en Estados Unidos. Desde una cooperación aparentemente sólida hasta una guerra verbal que ha dejado a ambos magnates en pie de guerra, los detalles de esta enemistad se desenvuelven con rapidez.
El desencadenante de esta ruptura fue el rechazo de Musk a un plan fiscal del gobierno que, a su juicio, aumentaría el déficit. En una serie de publicaciones en X, Musk no escatimó en críticas hacia el asesor comercial de Trump, Peter Navarro, a quien calificó de “imbécil”. La tensión se intensificó cuando Musk criticó abiertamente el ambicioso proyecto de ley de política interior respaldado por Trump, llamándolo “abominación repugnante”.
Trump, por su parte, respondió con un ataque directo, sugiriendo que Musk había perdido la razón y anunciando su intención de retirar la nominación de un aliado de Musk para la NASA. Este choque ha tenido consecuencias inmediatas, con Musk enfrentando pérdidas de hasta 34,000 millones de dólares en el valor de sus acciones de Tesla, marcando la segunda mayor caída en la historia del índice de multimillonarios de Bloomberg.
La enemistad, que comenzó hace un año con el respaldo público de Musk a la candidatura de Trump, se ha transformado en una batalla por la supervivencia política y empresarial. “Sin mí, Trump habría perdido”, afirmó Musk, mientras el presidente prometía despedir a “todos los políticos que traicionaron al pueblo estadounidense”.
Con la sombra de la incertidumbre sobre el futuro de Tesla y SpaceX, la confrontación entre estos titanes no solo redefine sus carreras, sino que también podría influir en el panorama político del país. La guerra entre Musk y Trump es un recordatorio escalofriante de cómo las alianzas pueden desmoronarse, dejando a ambos lados luchando por recuperar el control en un juego donde la lealtad y la ambición son la norma.