Atentado contra Miguel Uribe Turbay: es urgente eliminar la violencia de la política.


**Atentado a Miguel Uribe Turbay: Urge Sacar a la Violencia de la Política**

En un acto de campaña en pleno día, el precandidato presidencial Miguel Uribe Turbay fue víctima de un atentado en Bogotá, dejando al país en estado de alerta y desasosiego. La violencia, que ha permeado la política colombiana durante décadas, vuelve a manifestarse con un ataque brutal que recuerda tiempos oscuros de nuestra historia. Uribe Turbay, hijo de la periodista Diana Turbay, quien fue asesinada en las violentas décadas de los 80 y 90, se encuentra en estado crítico tras ser herido en este ataque.

El atentado, confirmado por las autoridades, involucró a un menor de edad como uno de los sospechosos, una realidad alarmante que pone de manifiesto el ciclo vicioso de la violencia en el país, donde jóvenes son reclutados y transformados en victimarios. La urgencia de sacar la violencia de la política nunca ha sido tan evidente, y todos los líderes, sin importar su ideología, deben asumir la responsabilidad de desescalar la retórica belicosa que ha caracterizado el debate político.

El presidente Gustavo Petro, en una alocución que siguió al ataque, enfatizó la necesidad de proteger a todos los precandidatos y prometió investigar a fondo el incidente. Sin embargo, su discurso se desvió hacia comentarios que deslegitiman a sus opositores, lo que podría intensificar la polarización en un momento que requiere unidad y calma. La nación necesita un liderazgo firme que rechace la violencia en todas sus formas y promueva el diálogo por encima del odio.

Mientras las balas vuelven a resonar en el corazón de la capital, el clamor por un cambio es inminente. El país no puede seguir tolerando la violencia como parte del juego político. Es hora de actuar, de exigir un compromiso real para desactivar este ciclo mortal, y de construir un futuro donde el miedo no dicte la agenda política. La vida de Miguel Uribe Turbay está en la balanza, y con ella, el futuro de una Colombia que anhela dejar atrás la sombra de la violencia.