**”Bajo el Fuego de la Traición: La Impactante Confesión de un Sicario que Decidió el Destino del Grupo Fugitivo”**


**YO MATÉ AL GRUPO FUGITIVO: La Confesión del Sicario**

El eco de decisiones fatales resuena en las palabras de un sicario que, sin titubear, confiesa su rol en la muerte del Grupo Fugitivo. “Eran lacras, la neta”, comienza su relato, un testimonio desgarrador que revela cómo detrás de la música y el espectáculo se ocultan oscuros secretos de traición y muerte. No fue un arrebato, sino un juicio dictado por quienes manejan los hilos del poder, seres invisibles que deciden quién vive y quién muere con una frialdad que aterra.

El sicario, quien se presenta como un mero instrumento de una máquina implacable, explica que la condena del grupo no fue por fallos en su música, sino por haber jugado con el dinero del cartel, un recurso que no les pertenecía. “El error no se perdona con disculpas”, sentencia, dejando claro que en este mundo, la vida se paga con sangre. El relato se adentra en la noche en que el grupo fue sentenciado, en una reunión donde los rostros de poder se iluminaban con humo de habano y una única bombilla, mientras se decidía el destino de cinco jóvenes.

La traición surca el fondo de su confesión. El sicario no apretó el gatillo, pero fue el que abrió la puerta a la muerte. Carlos, uno de los integrantes del grupo, se convierte en un símbolo de la supervivencia a cualquier costo; su ambición lo llevó a pactar su traición sin un disparo, cambiando su vida por la promesa de seguir vivo.

Hoy, el silencio que lo rodea es una sombra constante. La paz que buscó con su traición se ha convertido en un eco de inseguridad. “La vida de un traidor no se vive, se sobrevive”, dice, revelando la carga de un pasado que nunca se puede borrar. Este relato no es solo un testimonio de la crueldad del crimen organizado, sino una advertencia a quienes piensan que el arte y el crimen pueden coexistir sin consecuencias.

La historia de Carlos y el Grupo Fugitivo es un recordatorio brutal de que detrás del glamour de la música, hay un mundo oscuro que espera consumir a quienes se atrevan a cruzar la línea.