Exigen justicia por la muerte de Fernanda Benítez.


La ciudad de Coronel Oviedo se encuentra en un estado de conmoción e indignación tras el hallazgo de los restos de María Fernanda Benítez, una joven de 17 años, desaparecida hace días. Los ciudadanos, familiares y amigos de la víctima se han congregado frente a la residencia de la fiscal Gladis Torales, quien lleva el caso, exigiendo justicia y cuestionando su imparcialidad debido a su parentesco con el principal sospechoso, un adolescente que se encuentra detenido junto a sus padres, acusados de complicidad en el crimen.

Los manifestantes, entre los que se encuentra el padre de María Fernanda, Leonardo Benítez, han expresado su descontento con la actuación de la fiscalía, alegando que esta tenía conocimiento previo sobre la situación de la joven mientras él la buscaba. “La fiscalía ya sabía lo que estaba pasando”, declaró Benítez, resaltando la gravedad de la situación y la percepción de un posible encubrimiento.

Los detalles del caso son escalofriantes. Según informes, la joven habría sido víctima de un intento de aborto forzado que resultó fatal, y sus restos fueron desmembrados y enterrados en una propiedad cercana, que pertenece a la familia del sospechoso. Aún más perturbador es el hecho de que el perro de la familia fue asesinado para ocultar el olor del cuerpo, lo que ha generado un clamor social por una respuesta clara y contundente de las autoridades.

La situación se torna más compleja con la aparición de chats que evidencian que el sospechoso estaba al tanto del estado crítico de María Fernanda durante sus últimos momentos. La comunidad exige que se realice una investigación exhaustiva y que se tomen medidas severas contra todos los implicados. La indignación crece y la presión sobre las autoridades para que actúen con justicia se intensifica. La autopsia programada para mañana en el Ministerio Público se convierte en un punto crucial para esclarecer los hechos y determinar las responsabilidades correspondientes.