**Los Fugitivos NO MURIERON POR ERROR: La Verdad Sobre sus Muertes**
En un giro brutal y escalofriante, la Fiscalía General de Tamaulipas ha confirmado la muerte de cuatro integrantes de la banda musical “Los Fugitivos” y su manager, hallados calcinados y amontonados en un terreno baldío. Este horroroso suceso, que se remonta al 25 de mayo de 2025, no es solo otro caso de violencia en México; es un recordatorio escalofriante de la cruel realidad que enfrentan los músicos en regiones dominadas por el crimen organizado.
Los cinco jóvenes, llenos de sueños y pasión, fueron a una presentación privada que nunca ocurrió. En su lugar, fueron secuestrados por el grupo criminal Los Metros, una facción del cártel del Golfo. La masacre, lejos de ser un accidente, fue una ejecución planificada, motivada por traiciones relacionadas con un oscuro entramado de lavado de dinero que involucró a su propio manager.
Testigos anónimos revelan que el dueño de la banda, un hombre con lazos peligrosos, había recibido 2 millones de dólares del cártel para operaciones ilícitas. Sin embargo, el dinero nunca regresó, y las consecuencias fueron fatales: los músicos fueron utilizados como chivos expiatorios, entregados como ofrenda a una justicia cruel y sin piedad.
Las autoridades, por su parte, han mantenido un silencio inquietante. No han mencionado los vínculos financieros del dueño ni las amenazas que la banda había recibido previamente. La falta de respuestas ha dejado a las familias de las víctimas en un limbo de dolor y desesperación, mientras la comunidad musical se enfrenta a un clima de miedo palpable.
Este caso no es solo una tragedia individual; es parte de un patrón oscuro en el que la música en México se ha convertido en un arma en manos del narco. Mientras la búsqueda de justicia continúa, la pregunta persiste: ¿fueron “Los Fugitivos” víctimas de un sistema corrupto, o se convirtieron en peones en un juego mucho más grande? La verdad, puede que nunca se revele.