¡ULTIMO MINUTO! El país entero se estremece tras el brutal asesinato de Carlos González, vocalista del grupo Fugitivo. En una escena tan perturbadora que desafió todos los protocolos, el médico forense Emiliano Paredes declaró: “Esto no fue un crimen común, esto fue un mensaje”. González fue hallado sin vida, con el rostro irreconocible y un símbolo extraño marcado en su pecho, en un terreno baldío donde su cuerpo hablaba por sí mismo.
Las autoridades confirmaron la identidad del cantante horas después de recibir la alarmante noticia de un hombre sin identificación. Carlos, el último sobreviviente de la masacre de su grupo, había sido silenciado para siempre. Su madre, doña Leticia González, reveló que su hijo le había enviado un mensaje de voz horas antes, advirtiendo que lo estaban siguiendo y que no confiara en nadie. “Me están cazando”, fueron sus últimas palabras.
El Dr. Paredes, con más de 30 años de experiencia en medicina legal, describió el cuerpo de Carlos como un claro indicio de ritualismo. Los signos de violencia extrema, los dedos fracturados y la lengua cercenada apuntan a un castigo deliberado, un acto que va más allá del crimen: un mensaje desafiante. Las investigaciones se han visto empañadas por amenazas anónimas y un aparente encubrimiento, mientras la sociedad se sumerge en el miedo.
Las cámaras del lugar desaparecieron y no hay testigos. Sin embargo, una nueva ola de preguntas ha surgido: ¿quién ordenó su muerte? La conexión con la influencer Valeria Márquez, muerta el mismo día de la masacre, añade más misterio. La tumba de González, ahora bajo vigilancia, se ha convertido en un sitio de culto, donde extraños dejan ofrendas.
El secretario de seguridad, Harfuch, se pronunció, sugiriendo que lo que le sucedió a Carlos es solo una pieza de un rompecabezas más grande y aterrador. El país está en alerta, clamando por respuestas en medio de un silencio ensordecedor. Con cada revelación, la voz de Carlos resuena más fuerte, exigiendo justicia y revelando verdades ocultas. La historia apenas está comenzando a desvelarse, y la pregunta es: ¿quién más está en peligro?