En un giro impactante en la investigación del asesinato de Valeria Márquez, se ha confirmado que tanto el FBI como la CIA están al tanto del caso, lo que ha despertado una ola de preguntas sobre la inminente justicia para la joven. La conmoción persiste en Zapopan, Jalisco, donde el lugar de la tragedia sigue protegido por vallas, mientras los ciudadanos se reúnen con veladoras en memoria de Valeria.
En una entrevista exclusiva con la psicóloga Hannah Rose, quien tiene un impresionante currículum en investigaciones de alto perfil en Estados Unidos, se revelaron detalles escalofriantes sobre el entorno social y las dinámicas de poder que podrían haber llevado al crimen. Rose enfatizó que el caso no solo es un feminicidio, sino un claro ejemplo de manipulación psicológica que culminó en un desenlace trágico. Durante el en vivo, Valeria fue víctima de acoso virtual, lo que la dejó vulnerable y expuesta a un ataque fatal.
Hannah Rose subrayó que el comportamiento de los testigos, especialmente de la persona que estuvo a su lado durante el ataque, plantea graves interrogantes sobre su papel en los eventos que llevaron a la muerte de Valeria. “La dinámica de humillación y desprecio por parte de quienes la rodeaban es alarmante”, afirmó Rose.
La comunidad, atónita, exige respuestas. ¿Por qué no se alertó a Valeria sobre el peligro inminente? ¿Qué más saben las autoridades estadounidenses que no se ha revelado al público? La presión aumenta mientras el caso se convierte en un símbolo de la lucha contra la violencia de género en México.
Las autoridades mexicanas deben actuar con rapidez. La sombra del crimen organizado y la ineficacia de las instituciones están en el centro del debate, y la sangre de Valeria exige justicia. La voz de Hannah Rose resuena en las redes sociales, instando a la población a no normalizar la violencia y a buscar apoyo para aquellos que aún sufren las secuelas de este terrible evento. La espera por respuestas es angustiante, y el tiempo corre. La vida de Valeria Márquez no debe ser solo otro caso olvidado.