Familiares y amigos se reunieron el jueves en Guadalajara para despedir a Valeria Márquez, una joven de 23 años que fue asesinada el pasado 13 de mayo. La misa de cuerpo presente se llevó a cabo en el templo de San Bernardo, ubicado en la colonia Mesquitan Country, donde la tristeza y el dolor se hicieron evidentes entre los asistentes.
La ceremonia comenzó a la 1:35 de la tarde, cuando el cuerpo de Valeria fue trasladado en una carroza gris desde la funeraria al templo. Acompañados de flores, fotografías y arreglos florales, familiares y amigos siguieron la carroza en una emotiva procesión. La misa se desarrolló en un ambiente de solemnidad, resguardada por elementos de la policía municipal que aseguraron tanto el exterior del templo como el de la funeraria.
Durante la ceremonia, una de las tías de Valeria recordó a la joven como una persona alegre y soñadora, con aspiraciones de convertirse en dentista. Destacó su carácter cariñoso y solidario, así como su cercanía con la familia, subrayando la profunda pérdida que representa su ausencia.
Los familiares de Valeria expresaron su confianza en las autoridades para que se haga justicia y se identifique a los responsables del crimen. “Pedimos que no quede como otro caso de asesinato”, manifestaron, haciendo eco de un clamor por justicia que resuena en la comunidad. Esta tragedia no es un hecho aislado, sino parte de un contexto de violencia creciente que preocupa a los habitantes de la región.
El sepelio de Valeria se realizó posteriormente en un cementerio del municipio de Zapopan, donde sus seres queridos continuaron rindiendo homenaje a una vida truncada de manera violenta. La comunidad espera que este caso sirva de impulso para abordar la problemática de la violencia en el país y que las autoridades actúen con determinación.