**El trágico destino de Grupo Fugitivo: la música que se apagó en la oscuridad**
En una noche que prometía ser solo otra presentación más, cinco jóvenes músicos del Grupo Fugitivo fueron víctimas de un crimen brutal que ha sacudido a Tamaulipas. La madrugada del 25 de mayo, la agrupación se dirigía a un evento privado en Reynosa, pero jamás llegaron a su destino. En cuestión de horas, sus familias se sumieron en la desesperación al no tener noticias de ellos; sus teléfonos dejaron de responder y el silencio se tornó ensordecedor.
Las autoridades pronto se movilizaron, desplegando un operativo que incluía a la Guardia Nacional y al Ejército Mexicano. La búsqueda se intensificó, pero en lugar de esperanza, el destino les deparaba una amarga verdad. Días después, los cuerpos de los músicos fueron hallados en un terreno baldío, confirmando los peores temores de sus seres queridos. La identificación de las víctimas fue un proceso doloroso, marcado por la angustia y la incertidumbre.
El caso ha revelado la cruda realidad de la violencia en la región. Se cree que los músicos fueron emboscados, y que su última actuación, donde interpretaron “El dueño del palenque”, pudo haber sido vista como una provocación en un territorio controlado por grupos criminales rivales. Nueve individuos han sido detenidos, supuestos miembros de una célula del cártel del Golfo, en un caso que pone de relieve el riesgo que enfrentan aquellos que, como estos artistas, solo buscan ganarse la vida.
La comunidad exige justicia y no olvida a aquellos que, en su afán de llevar alegría a otros, encontraron un destino trágico. Este suceso no es un caso aislado; es un grito de alerta sobre la violencia que acecha a la cultura y a quienes la representan. La lucha por justicia apenas comienza, y las voces de los que ya no pueden hablar deben ser escuchadas. La historia de Grupo Fugitivo es un recordatorio de los sueños perdidos y las familias destrozadas por un ciclo de violencia que no puede permanecer en silencio.