El Papa León XIV ha compartido sus pensamientos sobre el Opus Dei durante una reciente celebración en honor a San José María Escrivá, resaltando la importancia del trabajo, la filiación divina y el apostolado en la vida cristiana. En un mensaje emotivo dirigido a sacerdotes, familias y estudiantes, el Papa subrayó que el trabajo ordinario es un medio privilegiado para encontrar a Dios y santificarse a uno mismo, así como a los demás.
Durante su discurso, el Papa recordó que el ser humano fue creado por Dios con el propósito de trabajar y cuidar de la creación. Esta noción de santificación a través del trabajo, central en las enseñanzas de San José María, se convierte en un llamado a realizar nuestras labores con excelencia y dedicación. “El trabajo bien realizado es donde el hombre se convierte en el signo visible de la providencia de Dios”, afirmó.
El Papa también enfatizó la dignidad inherente a cada persona como hijo de Dios, un concepto que inspira confianza y unidad en la comunidad cristiana. “La filiación divina es la base de toda la predicación de San José María”, afirmó, destacando que este conocimiento debe impulsar a los cristianos a vivir un abandono total en la providencia divina.
En un momento reflexivo, el Papa recordó las dificultades que muchas familias han enfrentado durante la pandemia, sugiriendo que estas experiencias han profundizado la comprensión del sufrimiento y la unión con Cristo. A su vez, alentó a seguir el ejemplo de los apóstoles, quienes fueron llamados a ser “pescadores de hombres”, invitando a todos a compartir su fe a través de sus acciones diarias.
Finalmente, el Papa concluyó su mensaje instando a los presentes a imitar el ejemplo de servicio de Jesús, recordando que “vino no para ser servido, sino para servir”. La celebración culminó con la esperanza de que los fieles respondan a este llamado, llevando el amor de Dios a todos los rincones de sus vidas.