La influencer Alana Flores ha decidido llevar a cabo acciones legales tras la viralización de una fotografía comprometida que, según ella, ha sido manipulada mediante inteligencia artificial. La situación ha desatado un intenso debate sobre los riesgos y la ética del uso de la tecnología en la creación de contenido falso.
En las últimas horas, una imagen que muestra a Flores en un acto íntimo ha circulado ampliamente en redes sociales, provocando una ola de comentarios y memes. En respuesta a la controversia, Alana se pronunció en un video donde afirma que la imagen es completamente falsa, describiéndola como un “deep fake”, una técnica que utiliza inteligencia artificial para alterar imágenes de manera que parezcan reales.
Flores, quien es reconocida por su trabajo en el streaming y el boxeo, ha expresado su angustia por el impacto emocional que esta situación ha tenido en su vida. En sus declaraciones, destacó que, aunque ha sido objeto de críticas y burlas en el pasado, nunca había enfrentado una situación de tal gravedad. “Siento que estoy atrapada en un círculo de odio”, manifestó, añadiendo que ha buscado ayuda profesional para lidiar con el estrés que le ha causado el acoso en línea.
La influencer anunció su intención de demandar a quienes han difundido la imagen y solicitó apoyo a sus seguidores, enfatizando que no posee ni ha poseído material íntimo que se ajuste a las imágenes que circulan. Este caso despierta preocupaciones sobre el uso irresponsable de la inteligencia artificial, especialmente en el contexto de la ley Olimpia en México, que penaliza la difusión de contenido íntimo sin consentimiento.
El escándalo ha generado una discusión más amplia sobre las implicaciones legales y sociales de las deep fakes, resaltando la necesidad de establecer regulaciones más estrictas para proteger a las víctimas de este tipo de violencia digital. La comunidad en línea se mantiene dividida entre quienes apoyan a Flores y quienes cuestionan la veracidad de su denuncia, lo que refleja la polarización que rodea a este fenómeno en la era digital.