El Papa León XIV ha hecho un llamamiento urgente a los fieles, advirtiendo sobre cuatro hábitos matutinos que podrían enfurecer a Dios y alejar a las personas de su camino espiritual. Desde el corazón de Roma, el pontífice ha instado a los creyentes a reconsiderar sus rutinas diarias, enfatizando la importancia de la oración, la atención a las distracciones, el perdón y la gratitud en la vida cotidiana.
Durante su discurso, el Papa subrayó que cada mañana es un regalo divino, una oportunidad sagrada para alinearse con el propósito eterno del Creador. Sin embargo, lamentó que muchos comiencen sus días con indiferencia, sumergiéndose en hábitos que los alejan de la gracia divina. “Mis hermanos, el descuido de la oración es una herida espiritual profunda”, advirtió, instando a todos a dedicar tiempo a la comunicación con Dios antes de sumergirse en las tareas diarias.
El pontífice también abordó la necesidad de evitar las distracciones mundanas que inundan nuestras mentes desde el primer momento del día. Con un llamado a priorizar lo eterno sobre lo efímero, León XIV instó a los fieles a llenar sus corazones con la palabra de Dios en lugar de con el ruido de las redes sociales y las noticias.
El tercer hábito que denuncia el Papa es el rencor y la falta de perdón, elementos que pueden obstaculizar la paz interior y la relación con Dios. “La falta de perdón no es solo un obstáculo espiritual, sino un veneno que afecta nuestras vidas y nuestras relaciones”, enfatizó, recordando la necesidad de liberarse de las ataduras del resentimiento.
Por último, el Papa hizo un llamado a la gratitud, advirtiendo que la ingratitud puede endurecer los corazones y enfriar la fe. “Cada mañana nos ofrece la oportunidad de elegir entre quejarse o agradecer”, resaltó. Con un tono de fervor espiritual, León XIV concluyó su mensaje instando a los fieles a asociar sus mañanas con la oración, la reflexión y un renovado compromiso con Dios, en un esfuerzo por vivir cada día como un testimonio de su gloria.