Los familiares de Valeria Márquez, la modelo mexicana que fue asesinada recientemente, viven en un estado de terror tras recibir amenazas de muerte. Durante su funeral, la angustia se palpó en el aire cuando su tía clamó: “Dios nos proteja a nosotros”, dejando a todos los presentes paralizados. Este doloroso evento no solo ha dejado una profunda herida en la familia, sino que ha intensificado su miedo a represalias.
Valeria había sido objeto de amenazas previas, y en su último aliento responsabilizó a su exnovio de cualquier daño que pudiera sufrir. Ahora, sus seres queridos están convencidos de que él podría arremeter contra ellos. “Estamos aterrorizados, no sabemos qué puede pasar”, expresó un familiar en un tono de desesperación que refleja la grave situación que enfrentan.
El clima de incertidumbre y peligro se ha apoderado de la familia, quienes viven con la constante preocupación de que la violencia que se llevó a Valeria pueda extenderse hacia ellos. Las autoridades aún no han dado respuesta contundente a las amenazas que se han hecho públicas, dejando a la familia de Valeria a merced de un posible ataque.
Mientras la comunidad llora la pérdida de Valeria, sus familiares piden justicia y protección. La situación es crítica y la angustia de los que quedaron atrás es palpable. La pregunta que ronda en el aire es: ¿quién protegerá a los que aún están vivos? La familia Márquez clama por seguridad en medio de un entorno que se ha vuelto hostil y aterrador. La vida de los seres queridos de Valeria pende de un hilo, y la urgencia de una intervención efectiva es más apremiante que nunca.