A sus 54 años, Mickey Taveras ha decidido romper su silencio y revelar secretos que han dejado al mundo conmocionado. Desde un escenario iluminado por los reflejos de su trayectoria musical, el icónico artista dominicano ha compartido su historia de lucha, éxitos y desilusiones, desnudando las verdades ocultas detrás de su carrera.
Nacido en Santo Domingo, Taveras comenzó su andanza musical a los 12 años, tocando el piano y posteriormente la guitarra. Sin embargo, fue el bajo el que lo hizo brillar. Con la creación de su banda “Los Pícaros de Moca”, su carrera despegó, pero no sin obstáculos. La vida le jugó una mala pasada cuando, a un paso de una gira internacional, se le prohibió viajar por ser menor de edad. La decepción lo acompañó, pero la música siempre fue su salvación.
El momento crucial llegó con “La Ventanita”, una canción que, aunque lo catapultó a la fama, lo dejó en la sombra de quienes se beneficiaron de su talento. “Cobraba $95 por noches agotadoras de actuación, mientras otros se enriquecían con mi trabajo”, confesó Taveras, reflejando la amarga realidad de la explotación en la industria musical.
El dolor se intensificó con la muerte de su padre, lo que lo llevó a tomar la decisión de dejar la orquesta de Vilfrido Vargas y buscar su propio camino. “No me guardo rencor, pero aprendí que la lucha por lo justo es esencial”, expresó con voz firme y decidida.
A pesar de las adversidades, su perseverancia lo llevó a lanzar varios discos y alcanzar éxitos que resonaron no solo en el Caribe, sino en todo el mundo. Hoy, con el respaldo de su propia disquera, Taveras se levanta como un símbolo de resistencia y autenticidad en el mundo de la salsa.
A medida que su historia se despliega, queda claro que la música no solo es su carrera, sino su vida. Con una mezcla de nostalgia y esperanza, Mickey Taveras nos recuerda que, a pesar de los retos, siempre hay oportunidad de brillar una vez más.