A sus 60 años, Eddy Herrera rompe su silencio dejando al mundo CONMOCIONADO. En una reveladora entrevista, el icónico merenguero ha desnudado su alma, revelando las sombras que acechaban detrás de su exitosa carrera, especialmente su paso por la orquesta de Wilfrido Vargas, una experiencia que, para él, fue un verdadero infierno emocional.
“Los músicos vivíamos al borde del colapso”, confesó Herrera con una mirada que combinaba nostalgia y dureza. A pesar de los aplausos y la fama, su vida estaba marcada por ensayos interminables, una disciplina militar y una presión abrumadora. “Cada ensayo era una prueba de fuego”, recordaba, revelando que incluso llegó a sentir la tentación de abandonar la música para siempre. “Trabajar con Wilfrido era como meterse en la boca del lobo”, admitió.
La vida en la orquesta no solo le exigía talento, sino una lucha constante por demostrar su valía. “Si no das el 100%, no estás en nada”, enfatizó, a la vez que recordaba cómo Ruby Pérez, su querido colega, lo ayudó a superar su timidez y descubrir el poder del baile. Con un tono entre melancólico y agradecido, Herrera evocó la nobleza de Ruby, quien fue más que un compañero: un ángel guardián.
Sin embargo, no todo fue sufrimiento. La historia de Eddie es también una de superación. De sus días como aprendiz, pasó a convertirse en una estrella indiscutible, con éxitos que lo llevaron a recorrer el mundo. Pero el camino no estuvo exento de obstáculos. La vida personal de Herrera se vio marcada por rumores, amores y presiones que lo llevaron al límite. En sus momentos más oscuros, la música se transformó en su terapia, su refugio.
Hoy, con más de tres décadas de carrera y un legado que perdura, Eddy Herrera se presenta ante el mundo como un hombre renovado, dispuesto a compartir su verdad. “He cometido errores, pero nunca dejé de trabajar”, concluyó, dejando a su audiencia con un mensaje poderoso: pedir ayuda no es debilidad, es valentía.