El Papa León XIV, el primer pontífice estadounidense, ha sido recibido con gran júbilo en su ciudad natal de Chicago, donde se celebró una misa especial en la Catedral del Santo Nombre. La alegría es palpable entre quienes lo conocen como amigo o familiar. En una emotiva entrevista, sus hermanos compartieron la experiencia de recibir la noticia de su elección como Papa, revelando la profunda conexión familiar que aún persiste a pesar de su nuevo estatus.
Luis Pos, uno de sus hermanos, relató cómo se enteró de la histórica elección mientras se recuperaba de una enfermedad. La llamada de su esposa lo despertó con la noticia del humo blanco, señal de que se había elegido un nuevo Papa. La expectativa creció hasta que finalmente se anunció el nombre: “Roberto Francisco”. La emoción lo abrumó; su hermano menor había sido elegido para liderar a aproximadamente 1.4 mil millones de católicos en todo el mundo.
Los hermanos compartieron recuerdos de su infancia en Dalton, Illinois, donde desde pequeño, León XIV mostró una inclinación hacia la vida religiosa, incluso celebrando “misas” improvisadas con sus hermanos. A medida que crecía, su vocación se hizo más clara, culminando en su ordenación en Roma y su ascenso a cardenal.
Los hermanos expresaron su orgullo y el desafío que representa su nuevo cargo. Aunque la familia teme que la nueva responsabilidad del Papa lo distancie, están seguros de que la esencia de su relación permanecerá. León XIV, ahora el líder de la Iglesia Católica, es visto por su familia como un hermano, y la esperanza es que, a pesar de su nueva vida, nunca pierda de vista su vínculo familiar.
Esta elección no solo marca un hito para la Iglesia Católica, sino que también representa un momento histórico para Estados Unidos, que por primera vez ve a uno de sus propios ciudadanos asumir el papado. La familia Pos está lista para enfrentar la nueva realidad que trae consigo, con la certeza de que, aunque sea el Papa, siempre será “Rob” para ellos.