💥MARÍA JOSÉ ESTUPIÑÁN AVISÓ DE SU ASESINATO, PERO NO LA ESCUCHARON
En un giro trágico de los acontecimientos, María José Estupiñán, una joven influencer de solo 22 años, fue asesinada el 15 de mayo en Cúcuta, Colombia, justo un día después de haber obtenido una victoria judicial contra su expareja. Este crimen brutal, ejecutado por un sicario disfrazado de repartidor, ha dejado a la sociedad conmocionada y cuestionando la efectividad de un sistema de justicia que no pudo protegerla.
María José había denunciado a su expareja por violencia, una decisión valiente que, lamentablemente, no le brindó la seguridad que necesitaba. Un fallo a su favor fue notificado un día antes de su asesinato, lo que plantea inquietantes preguntas sobre la conexión entre su lucha por justicia y su muerte. Sus últimas publicaciones en redes sociales, ahora leídas como gritos de auxilio, revelan un trasfondo de miedo y angustia que nadie supo o quiso escuchar.
“Si me muero, me planchan el cabello,” escribió en un tono que hoy resuena como una ominosa premonición. Su asesinato no es un hecho aislado; es un reflejo de una problemática estructural donde las mujeres que se atreven a alzar la voz son silenciadas. La indiferencia ante las señales de peligro cobra un alto precio en vidas jóvenes.
Mientras el país se enfrenta a la realidad de la violencia de género, surge la urgencia de una respuesta contundente. ¿Cuántas más deben caer antes de que se tomen medidas efectivas? La necesidad de proteger a las víctimas es apremiante; no basta con sentencias si no hay garantías de seguridad. Este crimen no solo es un eco de la lucha de María José, sino también un llamado a la acción para cambiar un sistema que ha fallado a quienes buscan justicia.
La muerte de María José Estupiñán es una tragedia que debe resonar en cada rincón de la sociedad. No puede quedar en el olvido; su historia es un recordatorio de que la lucha por la seguridad de las mujeres en Colombia necesita ser prioridad.