A sus 35 años, Gerardo Ortiz CONFIESA todo: lo que durante años se negó a aceptar.


El escándalo de Gerardo Ortiz: confesiones que estremecen el mundo de la música

En un giro impactante que ha sacudido la industria musical, Gerardo Ortiz, la estrella del regional mexicano, ha confesado su vínculo con el crimen organizado, un secreto que había mantenido bajo llave durante años. A sus 35 años, Ortiz ha admitido haber participado en eventos organizados por un promotor vinculado al cártel de Jalisco Nueva Generación, revelando una conexión siniestra que podría costarle hasta diez años de prisión.

Desde su meteórico ascenso en 2010 con su álbum “Ni hoy ni mañana”, Ortíz se convirtió en un ícono del género, pero sus letras, que bordeaban la línea entre la ficción y la realidad, ahora revelan un trasfondo preocupante. Tras sobrevivir a un atentado en 2011 y enfrentar una serie de controversias que incluyeron la crítica por su videoclip “Fuiste”, su carrera pasó de ser un fenómeno a una fuente de sospechas.

El escándalo explotó cuando el Departamento del Tesoro de EE. UU. incluyó a su promotor en la lista negra por vínculos con el narcotráfico. A pesar de advertencias del FBI, Ortiz continuó trabajando con él, participando en al menos 19 conciertos entre 2018 y 2019. Su reciente testimonio en una corte federal de Los Ángeles no solo implica una aceptación de culpabilidad, sino que lo coloca en el centro de un caso judicial que podría desmantelar una red criminal más amplia.

Mientras su vida personal parecía un refugio de lujos y estabilidad, su carrera se sumergía cada vez más en la controversia. El asesinato del promotor Jesús Pérez Alvear en 2024 intensificó las investigaciones, revelando que los conciertos de Ortiz eran más que simples espectáculos; eran vehículos para el lavado de dinero y la legitimación de actividades ilícitas.

Hoy, mientras sus seguidores se dividen entre la lealtad y la decepción, las preguntas sobre su legado y responsabilidad se intensifican. Gerardo Ortiz, el niño prodigio de Sinaloa, ahora enfrenta el abismo de sus decisiones y la realidad de que su historia es un reflejo de un sistema donde el talento puede ser tanto una bendición como una maldición.