La ex primera dama de Colombia, Nydia Quintero, ha sido despedida en el Capitolio Nacional en una emotiva ceremonia que resuena con el dolor y la gratitud de un país. Su féretro llegó al salón elíptico del Congreso, donde fue recibido con el himno de la Fundación Solidaridad por Colombia, la organización que ella misma fundó en los años 70. Quintero, abuela del candidato presidencial Miguel Uribe Turbay, fue víctima de un atentado que ha marcado a su familia y a la nación.
Durante dos días, su cuerpo será velado en el Capitolio, un espacio que simboliza su legado y compromiso con el pueblo colombiano. La ceremonia comenzó con una oración del monseñor Fadel de la comunidad católica Maronita, que invocó un sentido de unidad y paz en estos momentos difíciles. En un emotivo tributo, su hijo, Julio César Turbay Quintero, instó a todos a celebrar su vida: “Debemos estar felices, recordando una vida dedicada a producir resultados en beneficio de todas las gentes de Colombia”.
La noticia de su fallecimiento ha causado una ola de reacciones entre políticos y ciudadanos, quienes han expresado su pesar y admiración por su ejemplo de vida. Nidia Quintero no solo fue una figura clave en la política colombiana, sino también un símbolo de amor y solidaridad en un país que enfrenta desafíos constantes. Su partida deja un vacío profundo, pero su legado de compasión y servicio perdurará en la memoria colectiva.
Mientras el país se une en luto, el Capitolio Nacional se convierte en un santuario para recordar a una mujer que dedicó su vida a la lucha por un mejor futuro para Colombia. La ex primera dama es recordada no solo por su papel en la historia política, sino también por su inquebrantable espíritu de solidaridad.