**¡Escándalo en Colombia! Laura Sarabia desvela el oscuro plan de Álvaro Leiva contra Gustavo Petro**
En un giro impactante de los acontecimientos políticos en Colombia, Laura Sarabia, ministra de Relaciones Exteriores, ha destapado un escándalo que podría sacudir los cimientos del gobierno actual. Según fuentes internacionales, el excanciller Álvaro Leiva viajó a Estados Unidos con el oscuro propósito de conspirar contra el presidente Gustavo Petro, buscando apoyo para derrocarlo y colocar a la vicepresidenta Francia Márquez en su lugar.
Las acusaciones de Sarabia son contundentes. Describe las acciones de Leiva como un “acto ruin y miserable”, subrayando que no solo amenazan la estabilidad del gobierno, sino que representan un grave atentado contra la democracia colombiana. Este escándalo se intensifica con la revelación de audios comprometedores y un trasfondo de reuniones con asesores cercanos al expresidente Donald Trump, lo que añade un matiz internacional a la controversia.
Desde su salida del gabinete, Leiva ha sido un crítico feroz de Petro, llegando a publicar una carta de 15 páginas donde lo insta a renunciar, alegando un “caos moral y político” en el país. En esta misiva, el excanciller incluso insinuó que Petro podría estar lidiando con problemas de salud vinculados a vicios, aunque sin ofrecer pruebas concretas.
El clima político en Colombia se ha vuelto explosivo, con partidarios de ambos lados intensificando el debate en redes sociales y medios de comunicación. Mientras algunos exigen una investigación más profunda sobre las acusaciones de Leiva, otros ven sus declaraciones como un intento desesperado de socavar un gobierno que ha promovido reformas progresistas.
Sarabia, firme en su defensa, ha hecho un llamado a la ciudadanía para no dejarse manipular por informaciones tendenciosas, insistiendo en la necesidad de un debate constructivo y serio. En un momento en que la democracia colombiana se encuentra bajo la lupa, la pregunta persiste: ¿serán las acusaciones de Leiva un reflejo de una lucha de poder más profunda, o simplemente un ataque infundado? La respuesta podría definir el futuro político del país.