**El lado oscuro de la leyenda: La sorprendente enemistad entre James Arness y su colega**
En el mundo del cine y la televisión, pocos nombres resuenan con tanta fuerza como el de James Arness, el icónico Marshall Matt Dillon de “Gunsmoke”. Sin embargo, detrás de su imagen de héroe del oeste, se esconde una historia de tensiones y rencores que ha sorprendido a Hollywood. Recientemente, se ha revelado que una de sus compañeras de reparto, Milburn Stone, no solo lo despreciaba, sino que también lo humilló públicamente, desatando una serie de eventos que cambiarían la dinámica en el set para siempre.
Durante más de dos décadas, Arness fue el rostro del western en la televisión, pero su relación con Stone se tornó tensa en 1958, cuando ella lo confrontó en frente de todo el elenco. Mientras todos esperaban una explosión de ira del gigante de 2.01 metros, Arness sorprendió a todos al aceptar la crítica con humildad. “Tienes toda la razón”, le respondió, una frase que no solo desarmó la situación, sino que también transformó su relación. A partir de ese momento, Stone y Arness se convirtieron en amigos cercanos, dejando atrás la enemistad que había marcado sus inicios.
Pero, ¿qué llevó a Stone a despreciar a Arness en primer lugar? Según informes, su comportamiento en el set, que incluía llegar tarde y bromear mientras los demás trabajaban, irritaba profundamente a sus colegas. Stone, quien interpretaba al Dr. Adams, sentía que Arness no tomaba en serio su trabajo, lo que generó un rencor acumulado que estalló en aquel fatídico día.
La historia de Arness es también una de superación personal. Nacido en 1923 en un entorno humilde, enfrentó adversidades desde temprana edad, incluida una grave enfermedad que lo dejó con una leve cojera. A pesar de sus inseguridades y dificultades en la escuela, su vida dio un giro inesperado tras enlistarse en el ejército durante la Segunda Guerra Mundial, donde fue gravemente herido. Estas experiencias moldearon su carácter y, aunque su camino hacia la fama estuvo lleno de obstáculos, Arness logró convertirse en una de las figuras más queridas de la televisión estadounidense.
Su papel en “Gunsmoke” no solo le brindó reconocimiento, sino que también redefinió el arquetipo del héroe en la pantalla chica. A diferencia de otros westerns de la época, “Gunsmoke” se caracterizaba por su realismo y profundidad, lo que permitió a Arness brillar como un personaje complejo y humano. Sin embargo, el éxito no vino sin su cuota de sufrimiento; su herida de guerra lo acompañó durante toda su vida, añadiendo un matiz de dolor a su interpretación.
A pesar de su estatus de estrella, Arness nunca buscó acaparar el protagonismo. Era conocido por su generosidad en el set, cediendo historias a otros actores y permitiendo que brillaran. Su legado no solo se mide en premios y reconocimientos, sino también en el respeto que le tenían sus compañeros de trabajo y el impacto que tuvo en la industria.
El desenlace de su vida estuvo marcado por la tragedia familiar, con la pérdida de su hija Jenny por sobredosis y la muerte de su exesposa Virginia por causas similares. Sin embargo, Arness encontró la paz en su matrimonio con Janet, con quien estuvo hasta su fallecimiento en 2011.
La historia de James Arness es un recordatorio de que incluso las leyendas tienen sus sombras. Su vida estuvo llena de desafíos y triunfos, pero también de relaciones complicadas que nos muestran que detrás de cada héroe, hay un ser humano con sus propias batallas. En última instancia, su legado perdura, no solo como el Marshall que todos amamos, sino como un ejemplo de resiliencia y humanidad en un mundo que a menudo se siente superficial.