Detuvieron a una mujer de la comunidad gitana acusada de agredir a una anciana durante un robo.


**Título: Impactante detención: Mujer gitana arrestada tras brutal ataque a jubilada en robo**

Una escena digna de una película de terror se desató en Esteban Echeverría, donde una mujer de la comunidad gitana fue detenida después de un violento intento de robo que dejó a una jubilada de 74 años, Néida, al borde de la muerte. La brutalidad del ataque, capturada por cámaras de seguridad, ha conmocionado a la comunidad y ha puesto de manifiesto la vulnerabilidad de los ancianos ante este tipo de delitos.

El 10 de junio, mientras Néida regresaba a su hogar, fue engañada por tres delincuentes que la abordaron en la puerta de su casa. En una secuencia escalofriante, el video muestra cómo la mujer, vestida con un llamativo vestido azul, y sus cómplices la someten con violencia, intentando asfixiarla mientras le exigen la llave de su hogar. La situación se tornó crítica cuando Néida, en un acto de valentía, comenzó a gritar pidiendo ayuda, lo que alertó a su perro y provocó que los atacantes huyeran sin poder llevarse nada.

La familia de la víctima decidió hacer público el video, no solo para buscar justicia, sino para crear conciencia sobre la creciente ola de delitos que afectan a los más vulnerables. La policía, tras recibir la denuncia, llevó a cabo un operativo que incluyó siete allanamientos en distintos domicilios de la delincuente, identificada como Susana Miguel, de 55 años. La mujer, que se movía constantemente entre diferentes localidades, fue finalmente localizada en la calle Armenia 2064, donde las autoridades encontraron pruebas contundentes que la vinculan directamente con el ataque, incluyendo el vestido que llevaba puesto durante el asalto.

El impacto de este caso no se limita a la violencia física; también resalta el daño psicológico que sufren las víctimas. Según los expertos, la forma en que se llevó a cabo el ataque podría haber resultado fatal. La combinación de la violencia física y el terror psicológico deja secuelas profundas, especialmente en personas mayores, que a menudo se sienten desprotegidas y vulnerables.

La fiscalía de Esteban Echeverría ha comenzado a investigar a fondo el caso, y se espera que Susana enfrente cargos graves, incluyendo privación ilegítima de la libertad y robo agravado por lesiones, con penas que podrían oscilar entre 5 y 15 años de prisión. Sin embargo, la gran pregunta sigue siendo si esta fue la primera vez que la banda actuó de esta manera o si han estado operando con impunidad durante un tiempo.

Este caso sirve como un recordatorio escalofriante de que los delincuentes están siempre al acecho, especialmente en tiempos de crisis económica. La comunidad debe estar alerta y tomar precauciones, ya que la violencia y el engaño pueden estar más cerca de lo que se piensa. La historia de Néida, aunque trágica, también es un llamado a la acción para proteger a nuestros mayores y fortalecer la seguridad en nuestros barrios. La lucha contra el crimen organizado y los delitos de este tipo debe ser una prioridad para todos, y la colaboración entre los ciudadanos y las fuerzas del orden es esencial para lograrlo.