¡Tragedia en Indonesia! Juliana Marines, una joven mochilera brasileña de 26 años, ha sido encontrada sin vida tras caer en un volcán activo. El accidente ocurrió el 21 de junio en el Monte Rinyani, donde Juliana, que estaba de excursión con un grupo, se resbaló y cayó desde un acantilado de aproximadamente 300 metros. A pesar de los esfuerzos de rescate y de que un dron la localizó inicialmente con vida, las condiciones climáticas adversas y la falta de respuesta adecuada complicaron su salvamento.
La familia de Juliana, desesperada, había estado pidiendo ayuda a las autoridades locales y creando una cuenta de Instagram que acumuló casi 2 millones de seguidores, manteniendo al mundo informado sobre la búsqueda. La situación se volvió crítica cuando se reportó que Juliana había recibido alimentos y agua, información que luego fue desmentida por su familia.
El caso ha generado una ola de indignación en Brasil y en el mundo, cuestionando la actuación del guía que la dejó sola en el volcán. Según testimonios, Juliana pidió un descanso y fue abandonada por el grupo, lo que la llevó a su trágico destino. La búsqueda se vio obstaculizada por la intensa lluvia y la neblina, lo que dificultó el acceso de los rescatistas.
Ayer, tras días de incertidumbre y angustia, las autoridades indonesias confirmaron que el cuerpo de Juliana fue hallado. La noticia ha conmocionado a sus seres queridos y ha desatado un debate sobre la seguridad en las excursiones guiadas en áreas peligrosas. Este trágico desenlace pone de relieve la necesidad urgente de mejorar los protocolos de rescate y la responsabilidad de los guías turísticos en situaciones de riesgo.