Las autoridades han confirmado la captura de William Fernando Cruz González, una pieza clave en el intento de asesinato del precandidato presidencial Miguel Uribe Turbay. Cruz, señalado como conductor del vehículo que facilitó la fuga de los atacantes, alias el Costeño y alias Gabriela, fue arrestado tras un operativo que avanza en la investigación de este escalofriante atentado.
El ataque, que dejó a Uribe en estado crítico, fue ordenado desde el exterior, aunque las autoridades han descartado vínculos con grupos criminales transnacionales. La Fiscalía ha revelado nuevos detalles sobre el arma utilizada: una pistola Glock modificada para disparar en ráfagas, lo que sugiere un plan meticuloso para asesinar al político. Sin embargo, estas modificaciones han comprometido la potencia de los proyectiles, lo que podría haber influido en el desenlace del ataque.
La investigación se intensifica con la recuperación de dos celulares de alias Gabriela, que podrían contener información vital sobre los autores intelectuales del atentado. Los fiscales también están tras la pista de un teléfono que pertenecía a un menor de edad presente en el lugar de los hechos, lo que podría abrir nuevas líneas de investigación.
Mientras tanto, la esposa de Miguel Uribe ha hecho un llamado a la ciudadanía para seguir orando por su recuperación, asegurando que él sigue luchando por su vida. A pesar de la adversidad, la comunidad ha respondido con muestras de apoyo, desde cadenas de oración hasta homenajes artísticos.
El abogado de Uribe ha elevado el caso ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, exigiendo respuestas sobre las fallas en el esquema de seguridad del precandidato. La presión internacional aumenta y la urgencia por esclarecer este intento de homicidio es palpable. Las autoridades deben actuar rápidamente para garantizar la seguridad de Uribe y su familia, mientras el país sigue en vilo ante la gravedad de estos acontecimientos.