El atentado contra el precandidato presidencial Miguel Uribe Turbay ha desatado una serie de arrestos y revelaciones impactantes que sacuden al país. A dos semanas del ataque, la Fiscalía ha avanzado en la investigación, identificando a varios implicados en este acto de violencia que se califica como un atentado político.
Los hechos se desencadenaron el 7 de junio, cuando un joven de 15 años disparó contra Uribe en Modelia, Bogotá. La Fiscalía ha confirmado que el arma utilizada fue adquirida en Estados Unidos, y ya se han imputado cargos al menor por tentativa de homicidio y porte ilegal de armas. Este joven, que se declaró inocente, fue trasladado al búnker de la Fiscalía tras su captura.
Las investigaciones han llevado a la captura de otros tres sospechosos. Carlos Mora González, presunto conductor del vehículo utilizado en el ataque, y Catherine Martínez, alias “Gabriela”, quien supuestamente proporcionó el arma al menor, han sido enviados a prisión. La Fiscalía ha revelado que Martínez participó en reuniones previas al atentado, definiendo roles delictivos.
La captura más reciente, William González, alias “el Viejo”, ha sido considerada clave. Se le vincula con la planeación del ataque y se sospecha que tenía información crucial sobre los responsables detrás del atentado. Las autoridades intensifican la búsqueda de alias “el Costeño”, señalado como el cerebro del ataque, quien mantiene lazos con González desde su tiempo en prisión.
Mientras la comunidad sigue preocupada por la seguridad de los candidatos presidenciales, el gobierno ha implementado medidas de protección para varios de ellos, ante el creciente temor de más actos de violencia. La situación es tensa y el país observa con atención cómo se desarrollan estos acontecimientos. La urgencia por esclarecer este atentado se vuelve cada vez más apremiante, y el clamor por justicia resuena en cada rincón de Colombia.