El atentado contra el senador Miguel Uribe Turbay ha dejado a Colombia en estado de alerta. A las 9 de la noche, el precandidato presidencial permanece en un estado crítico en la Fundación Santa Fe de Bogotá, donde su salud no muestra mejoría significativa. Las oraciones y muestras de solidaridad continúan fluyendo desde todos los rincones del país, mientras la familia del senador agradece el apoyo y pide a los colombianos que sigan orando por su recuperación.
La Fiscalía, en un esfuerzo por esclarecer este ataque brutal, ha comenzado a desmantelar la red detrás del atentado. La captura de Ctherine Martínez, alias “Gabriela”, marca un avance crucial en la investigación. Esta mujer intentó evadir a las autoridades alterando su apariencia y fue detenida en Florencia, Caquetá. Junto a ella, otros implicados están bajo custodia, mientras la Policía Nacional rastrea a los autores materiales y busca identificar a los cerebros detrás de este acto de violencia política.
El atentado, que ocurrió el 7 de junio en el parque El Golfito, ha generado una ola de indignación y repudio. La comunidad de Modelia, donde se perpetró el ataque, se ha movilizado, encendiendo velas y creando un espacio de oración en memoria del senador. Las imágenes de la vigilia muestran la profunda conexión emocional que los ciudadanos sienten hacia un líder que ha sido atacado en un momento de su carrera política.
Las Naciones Unidas también han condenado el atentado, enfatizando la necesidad de erradicar la violencia política en Colombia. En medio de este clima de tensión, la pregunta persiste: ¿quién es el verdadero “cerebro” detrás de este atentado? La búsqueda de respuestas continúa, y la urgencia por justicia resuena en cada rincón del país. La salud de Miguel Uribe Turbay es un símbolo de la lucha contra la violencia que ha marcado la historia reciente de Colombia.