El Papa León XIV ha hecho declaraciones impactantes sobre la importancia de tener una cruz en el hogar, revelando que este símbolo sagrado no solo actúa como un recordatorio de la fe, sino que también puede traer bendiciones y protección divina a las familias que la honran con reverencia. En su reciente discurso, el Papa enfatizó que la cruz es mucho más que un simple objeto decorativo; es un “escudo” espiritual que puede marcar la diferencia entre la luz y la oscuridad en el hogar.
Según el Papa, desde los primeros siglos del cristianismo, los fieles han entendido que la cruz representa no solo el sacrificio de Cristo, sino también su victoria sobre la muerte. La cruz, colocada con fe y amor, actúa como un estandarte que invita a Cristo a reinar en el hogar. En tiempos de crisis, como guerras o pandemias, los cristianos han elevado la cruz como un símbolo de esperanza y resistencia.
León XIV compartió una conmovedora historia de la familia Kowalski en Polonia, quienes, tras un incendio devastador, encontraron su cruz intacta entre las cenizas. Este milagro no solo salvó su hogar, sino que también reavivó la fe en su comunidad, demostrando que la cruz tiene el poder de transformar vidas y corazones.
El Papa instó a los creyentes a no ver la cruz como un mero adorno, sino como un canal de gracia que puede traer paz y unidad familiar. La cruz, cuando es honrada y venerada, se convierte en una presencia viva que intercede en medio de las dificultades diarias. León XIV concluyó su mensaje instando a las familias a reevaluar el lugar de la cruz en sus hogares y a invitar a Cristo a ser el centro de sus vidas, asegurando que donde está la cruz, la oscuridad no puede prevalecer.