**Angie Dickinson, a los 93 años: “Frank Sinatra fue el amor de mi vida”**
A sus 93 años, la icónica actriz Angie Dickinson ha decidido abrir su corazón y compartir una revelación que ha dejado a todos boquiabiertos: Frank Sinatra, el legendario crooner, fue el amor de su vida. En un emotivo relato, Dickinson reflexiona sobre su intensa y a menudo tumultuosa relación con el que, sin duda, fue uno de los hombres más influyentes de su época.
Considerada una de las bellezas más deslumbrantes de Hollywood, la vida de Dickinson ha estado marcada por romances fugaces y relaciones que han llenado los titulares de los tabloides. Sin embargo, a medida que la actriz repasa su vida, es Sinatra quien brilla con luz propia. “Fue el hombre más importante de mi vida. Estaba loca por él”, confiesa, recordando cómo su conexión perduró a lo largo de dos décadas, a pesar de los altibajos y las complicaciones de sus respectivas carreras.
La historia de amor entre Dickinson y Sinatra comenzó en 1953, cuando se conocieron entre bastidores en el programa “The Colgate Comedy Hour”. A pesar de estar ambos comprometidos en ese momento, la química era innegable. “Éramos tan cómodos el uno con el otro que realmente no era necesario” hablar de matrimonio, dice Dickinson, quien revela que, aunque contemplaron la idea, nunca llegaron a dar el paso. La razón, según ella, era el estilo de vida nocturno de Sinatra, que no encajaba con sus deseos de estabilidad.
A lo largo de los años, Angie se convirtió en un símbolo de fuerza y elegancia en Hollywood, especialmente con su papel en “Police Woman”, donde rompió moldes al interpretar a una mujer fuerte en un drama policial. Sin embargo, su vida personal fue un constante tira y afloja entre la fama y el amor. A pesar de sus numerosos romances, incluido un matrimonio con el compositor Burt Bacharach, fue Sinatra quien dejó una huella imborrable en su corazón.
La actriz recuerda con cariño a Sinatra, describiéndolo como “un talento extraordinario” y un hombre “difícil, maravilloso, valiente y temerario”. A lo largo de su vida, Dickinson ha compartido momentos entrañables y desafiantes, pero siempre con una profunda conexión hacia el hombre que la hizo sentir viva. “No quería casarme con él, pero nunca dejé de amarlo”, confiesa, dejando claro que, a veces, el amor verdadero no necesita un anillo de compromiso.
La relación de Angie y Frank no solo fue un romance, sino un vínculo que trascendió el tiempo y las circunstancias. Aunque nunca se formalizó en matrimonio, su historia es un recordatorio de que a menudo las conexiones más profundas no siguen el camino convencional. Con una sonrisa nostálgica, Dickinson concluye: “Me hace bien pensar en él. Fue el amor de mi vida”.
En un mundo donde las historias de amor a menudo se idealizan, la de Angie Dickinson y Frank Sinatra se destaca como un relato auténtico y conmovedor, lleno de pasión, complicidad y una extraordinaria conexión que perdura en la memoria colectiva. A sus 93 años, Dickinson sigue siendo una figura emblemática, no solo por su talento en la pantalla, sino también por la sinceridad con la que ha compartido su vida y sus amores.