El 14 de junio, un clamor de protesta resonará en más de 1800 ciudades de Estados Unidos, en un movimiento que desafía la administración Trump bajo el lema “No Kings”. Este día, coincidiendo con el desfile militar que celebra el 250 aniversario de las Fuerzas Armadas y el cumpleaños del presidente, se convierte en un símbolo de resistencia ante lo que muchos consideran un giro autoritario en la política estadounidense.
La iniciativa, impulsada por el movimiento 5051, busca movilizar a ciudadanos de todos los rincones del país, con el objetivo de que el poder político respete las libertades individuales y no se concentre en la figura de un solo líder. “No vamos a permitir que se organice un desfile financiado con nuestros impuestos mientras nos arrebatan nuestros derechos”, afirman los organizadores, reflejando la indignación de quienes sienten que sus voces han sido silenciadas.
Las protestas se centrarán en Nueva Jersey, donde ciudades como Newark y Trenton se preparan para recibir a miles de manifestantes. Pero el eco de esta convocatoria no se limita a las fronteras estadounidenses; ya se han registrado actos de apoyo en Europa, México, Canadá y varias naciones africanas. Este fenómeno global resalta la urgencia de un llamado a la acción colectiva, en un momento en que la democracia se siente amenazada.
Con un desfile militar que promete ser el más grande en décadas, el gasto exorbitante en este evento contrasta fuertemente con las necesidades de la población. Las imágenes de vehículos y armamento recorriendo las calles de Washington se han convertido en un símbolo de la desconexión entre el gobierno y sus ciudadanos. El movimiento No Kings es un recordatorio poderoso de que la lucha por la justicia y la equidad no se detiene, y que el pueblo, unido, puede desafiar cualquier autoridad que intente silenciar su voz. Este 14 de junio, el mensaje será claro: el poder debe ser del pueblo, no de un rey.