**Roberto Cobo y su amante: el final trágico que pocos conocen**
En una oscura y conmovedora revelación, la vida de Roberto Cobo, una de las estrellas más brillantes del cine mexicano, se entrelaza con la tragedia del comediante Joaquín Vargas García, conocido como el Borolas. La historia de amor entre estos dos hombres, marcada por el secreto y la angustia, culminó en un desenlace devastador que ha permanecido en la penumbra de la memoria colectiva.
Cobo, nacido en 1930 en Nuevo León, deslumbró al público con su talento actoral, pero su vida personal estuvo marcada por la soledad y el sufrimiento. Su relación con el Borolas, quien compartió su vida en un apartamento en Tlatelolco, se desarrolló en un México que no aceptaba el amor homosexual. A pesar de la risa que ambos ofrecieron al mundo, su amor fue un refugio oculto, una lucha constante contra los prejuicios de una sociedad intolerante.
Sin embargo, la tragedia se intensificó cuando se rumoreó que Cobo traicionó la confianza de Vargas, robándole dinero para alimentar su adicción a las drogas. Esta traición fue el catalizador de una ruptura desgarradora que sumió al Borolas en una crisis profunda, llevándolo a luchar contra demonios internos que lo arrastraron hacia el abismo.
El 13 de mayo de 1993, el Borolas exhaló su último aliento, dejando un legado de risas y lágrimas. Su muerte, oficialmente atribuida a un paro respiratorio, resonó como un eco de sus batallas personales, reflejando la angustia de una vida no vivida plenamente. En 2002, Cobo también se despidió del mundo, dejando tras de sí un vacío en la industria cinematográfica y una historia de amor que nunca fue aceptada.
Ambos hombres, atrapados entre el brillo del escenario y la oscuridad de sus realidades, se convirtieron en símbolos de una lucha por la autenticidad en un mundo que no estaba listo para aceptarlos. Su legado perdura, recordándonos que el amor, aunque prohibido y doloroso, puede ser la única luz en la penumbra.