A los 98 años, María Victoria finalmente rompe su silencio y confiesa lo que todos sospechábamos.


A los 102 años, María Victoria irrumpe en la escena mediática al desvelar verdades que han permanecido ocultas por décadas, sorprendiendo a sus seguidores y desafiando las expectativas sobre el envejecimiento. En un reciente encuentro familiar, uno de sus nietos reveló accidentalmente que la icónica cantante y actriz no nació en 1927, como se pensaba, sino que su edad real es de 102 años. Este dato, lejos de ser un simple número, se convierte en un símbolo de la resistencia y la dignidad con la que María Victoria ha enfrentado el paso del tiempo.

La revelación de su verdadera edad no fue el único momento impactante. Durante la misma conversación, María también abordó su relación con el legendario Pedro Infante, desmintiendo rumores que han circulado durante años. Afirmó que nunca fue cortejada por el ídolo del cine mexicano y que, de haberlo sido, habría rechazado cualquier insinuación por respeto a su esposa, Irma Dorantes. Esta declaración, sencilla pero contundente, ha puesto fin a especulaciones y ha reafirmado su integridad en un mundo donde el escándalo suele ser moneda corriente.

María Victoria, quien ha sido un ícono de la música y el cine mexicano, ha mantenido su lucidez y carisma a lo largo de los años, convirtiéndose en un referente para nuevas generaciones de artistas. Su vida ha sido un viaje de superación y autenticidad, desde sus inicios en las carpas itinerantes hasta su reinado en la radio y el cine. A pesar de los desafíos personales, incluida la muerte de su esposo Rubén Cepeda Novelo, su lealtad y devoción hacia él han sido inquebrantables.

La artista, que ha decidido vivir su vida sin buscar la aprobación del público, ha donado su archivo personal a una fundación cultural, asegurando que su legado perdure. Su historia, rica en matices y vivencias, no solo refleja su carrera, sino también una profunda conexión con la cultura mexicana. A sus 102 años, María Victoria no solo sigue activa, sino que también continúa siendo un faro de dignidad y respeto, recordando a todos que la verdadera grandeza reside en la autenticidad y el amor por el arte.