Un ataque al corazón de la política colombiana: el senador Miguel Uribe, precandidato presidencial, ha sido víctima de un atentado que lo ha dejado en estado crítico. Durante un evento público en Bogotá, un sicario de tan solo 15 años le disparó en la cabeza y en una pierna, generando una ola de indignación y preocupación en el país. Sin embargo, las últimas investigaciones revelan que el joven no actuó solo; nuevos videos han demostrado que contaba con el respaldo de al menos cinco cómplices.
Las imágenes, divulgadas por Noticias Caracol, muestran los movimientos del atacante antes de llevar a cabo el brutal ataque. Se observa cómo el menor se desplazó en al menos dos vehículos, mientras varios cómplices lo vigilaban de cerca. La trama se complica aún más: no solo planeaban el ataque, sino que tenían un plan de escape, con dos motos esperando para facilitar su huida.
Las autoridades están en plena investigación para esclarecer todos los detalles de este atentado que sacude a la nación. La posibilidad de una red organizada detrás del ataque plantea serias preguntas sobre la seguridad en eventos públicos y el clima de violencia que se vive en Colombia. La situación es crítica y las fuerzas del orden trabajan a contrarreloj para identificar y capturar a todos los implicados.
El atentado ha reavivado el debate sobre la protección de figuras políticas y la creciente violencia en el país. La salud de Uribe es incierta, pero el eco de este ataque resuena en cada rincón de la nación, exigiendo respuestas y justicia. La ciudadanía observa con atención mientras se desarrollan los acontecimientos. Este es un momento decisivo para Colombia, y la urgencia de la situación no puede ser ignorada.