Un trágico atentado ha sacudido a Colombia: Miguel Uribe Turbay, senador y miembro de una familia marcada por la violencia, lucha por su vida tras ser atacado por un sicario en Bogotá. Este violento episodio recuerda el asesinato de su madre, Diana Turbay, a manos del cartel de Medellín hace 35 años. En medio de esta crisis, su hermana, María Carolina Hoyos, se ha convertido en un símbolo de fe y esperanza.
En una emotiva entrevista, María Carolina comparte su dolor y la fortaleza que ha encontrado en la solidaridad de miles de colombianos que están orando por la recuperación de su hermano. “La fe ha sido mi combustible”, afirma con determinación, mientras reconoce que a pesar de los momentos oscuros, la comunidad se ha unido en apoyo. “Recibimos un torrente de amor que nos motiva a seguir adelante”, añade.
María Carolina describe su angustia al recibir la noticia del atentado mientras estaba en el extranjero. “Pensé que era una broma, un eco del pasado”, confiesa. Sin embargo, la realidad la golpeó con fuerza, y ahora, en la UCI, se aferra a la esperanza de un milagro. “Miguel es un guerrero que lucha por su vida”, dice con firmeza, mientras destaca el trabajo del equipo médico liderado por el Dr. Jaquim.
La fe en San Charbel, el santo de las causas imposibles, ha guiado su camino. “Le pedí un milagro”, relata, mostrando el aceite que lleva consigo como símbolo de su devoción. “El dolor es colectivo; todos sufrimos con cada acto de violencia”, enfatiza, uniendo su historia personal con la de tantas víctimas en el país.
María Carolina Hoyos se erige como un faro de esperanza en medio de la tormenta, recordando a todos que, a pesar del dolor, la fe y el perdón son las únicas salidas. “No podemos dejar que este ciclo de violencia continúe”, concluye, instando a la unidad y la paz en Colombia.