En una revelación explosiva, Enrique Álvarez Félix, hijo de la icónica actriz María Félix, confesó antes de su muerte la impactante verdad sobre su infancia y la relación turbulenta con su madre. En una entrevista desgarradora, el actor de renombre recordó momentos oscuros de su vida, marcada por el silencio y los secretos familiares.
Enrique, quien falleció el 24 de mayo de 1996, reveló un recuerdo aterrador que lo persiguió durante décadas: un banquete en Marruecos en 1951, donde, sin saberlo, comió carne humana. “Era un sabor extraño, ácido, pero no desagradable”, recordó. El horror de descubrir que había consumido carne de un niño lo traumatizó de por vida, un episodio que se convirtió en un símbolo de su existencia bajo la sombra de su famosa madre.
La relación entre madre e hijo estuvo marcada por la distancia emocional y la búsqueda de amor. María Félix, una figura legendaria del cine mexicano, nunca supo ser la madre que Enrique necesitaba. Aunque en sus últimos años intentaron reparar los lazos, el peso de una infancia rota quedó grabado en su memoria. Enrique, que vivió en internados durante su juventud, anhelaba la cercanía que nunca tuvo con su madre.
Mientras la fama y el éxito rodeaban a Enrique, las sombras de su pasado lo acechaban. A pesar de su sofisticación en la pantalla, el actor luchaba con una melancolía profunda y una soledad que lo acompañó hasta su muerte. Las revelaciones de su vida personal, incluyendo los rumores sobre su sexualidad, solo añadieron más complejidad a su legado.
María Félix, quien llegó a ser un ícono mundial, nunca comprendió del todo el mundo interior de su hijo. Años después de su muerte, la historia de Enrique Álvarez Félix continúa resonando, un recordatorio de que detrás del glamour y la fama se esconden historias de dolor y ambición.