Un menor de 14 años, señalado como el sicario que atentó contra el precandidato presidencial Miguel Uribe, se enfrenta hoy a una crucial imputación de cargos en la Clínica Colombia, donde el político permanece hospitalizado tras el ataque. La audiencia, programada para las 9 de la mañana, se llevará a cabo en un ambiente de máxima seguridad, con la presencia de autoridades policiales y militares.
Las investigaciones han revelado que el menor, capturado en videos que muestran su persecución tras el ataque, declaró que disparó a Uribe por órdenes de un individuo conocido como “el de la olla”, vinculado al narcotráfico. Más de mil grabaciones han sido analizadas por las autoridades, quienes buscan establecer si el adolescente fue reclutado por una red criminal para llevar a cabo el atentado.
El menor, que no tenía antecedentes penales, fue sorprendido portando un arma de fuego Glock 9 mm, adquirida en Estados Unidos en 2020. Sin embargo, el misterio se intensifica con la desaparición de su celular, que podría contener información crucial sobre su reclutamiento y la planificación del ataque. En un video de seguridad, se observa al joven chateando con su teléfono momentos antes del ataque, lo que plantea preguntas sobre su conexión con posibles cómplices.
La Fiscalía General ha reforzado la seguridad del menor para prevenir cualquier intento de venganza en su contra, una medida que subraya la gravedad del caso. La audiencia se realizará a puerta cerrada, y se espera que se tomen decisiones críticas sobre la detención y el futuro del adolescente, mientras el país observa con atención el desenlace de este alarmante episodio que ha sacudido la política colombiana.