El Cardenal Tagle llora al ver al perro del Papa Francisco.


El Cardenal Tagle Llora al Ver al Perro del Papa Francisco

Una escena conmovedora ha capturado la atención del mundo en la Basílica de Santa María Mayor, donde el Cardenal Luis Antonio Tagle fue testigo del profundo vínculo entre el viejo perro del Papa Francisco, Baltazar, y la tumba de su amado dueño. Solo nueve días después del fallecimiento del Papa, este momento desgarrador resuena con un amor que trasciende las palabras y los rituales.

Baltazar, debilitado y triste, permanecía junto a la lápida de Francisco, su leal amigo. En un acto que desbordó el corazón del Cardenal, el perro, con esfuerzo, se levantó y comenzó a caminar en círculos alrededor de la tumba, un homenaje silencioso que cautivó a los presentes. La basílica, que antes resonaba con oraciones, se llenó de un silencio reverente mientras los fieles observaban con lágrimas en los ojos.

El recuerdo del amor incondicional de Baltazar no solo tocó a los que estaban allí, sino que también se convirtió en un símbolo del legado de Francisco. A medida que el perro se arrodillaba junto a la lápida, su gesto evocó una profunda reflexión sobre la lealtad y la misericordia. Un coro espontáneo de voces comenzó a elevarse, llenando el aire con el himno “Panis Angelicus”, un canto que unía a los presentes en una experiencia de pura espiritualidad.

La noticia de este acto de amor ha viajado rápidamente, resonando en corazones de todo el mundo, recordando a todos que el amor verdadero no conoce fronteras ni límites. En medio de la tristeza, el espíritu de Francisco sigue vivo, gracias a su fiel compañero Baltazar, quien ha demostrado que incluso en la muerte, el amor permanece. La historia de Baltazar se convierte en un legado de esperanza y redención, un recordatorio de que el amor nunca abandona, incluso en los momentos más oscuros.